11º día. Luleá - Nordkapp - Russenes 520 kms

Suenan tambores de guerra. Los corazones de los guerreros Españoles laten al mismo son. No llega a ponerse el sol en la tierra del fin del mundo, lo que hace que las horas de espera para la batalla se alarguen. Al fin se inicia la marcha hacia el final de la guerra, sol ardiente se alterna con lluvia, viento y frío. Es necesario que los guerreros españoles desciendan hasta los infiernos y resurjan de ellos cual ave fénix, tomando posesión del fin del mundo.




OLE LA PILSEN.



Bueno, escribo esto desde el barco 3 días después y me tengo que poner al día, pues hasta hoy no he dispuesto de internet tranquilamente. Pero por partes, empecemos por el día de Nordkapp.



Nos salió un día bastante bueno que se alterno con nubes y nos llovió muy poco. El primer cártel que marcaba una distancia con Nordkapp es de 343 kms.

Como estábamos frescos y con ganas, se nos pasaron rápido los 250 primeros. Luego, aumentó el frío y las nubes. El paisaje al pasar de Finlandia a Noruega cambia radicalmente. Montañas y curvas nos acompañan hasta Nordkapp, afortunadamente salió el sol de manera intermitente.

Durante el trayecto cumplimos los 5000 kilómetros de viaje.

Y mas carteles de Nordkapp, este de 193 kms.

 Es necesario atravesar tres túneles, uno de ellos, el mas largo y que nos une con la isla de Mageroya (donde está Nordkapp) hay que pagarlo. 117 coronas, moto y dos personas, a la vuelta hay que pagarlo otra vez. Esta es la cabina de peaje, antiguamente, era necesario llegar en barco a la isla.

Este es el paisaje que encuentras a medida que llegas a Nordkapp. Desparece toda vegetación y solo ves montañas. En las guías pone que la carretera es solitaria y peligrosa, leyendo entre líneas quiere decir "EL PARAISO DEL MOTERO". Mucha curva y la sensación de estar en el fin del mundo.

La isla no tiene nada, una ciudad Honninsvag y nada mas. Ni un árbol.

Otro cartel., ya llegamos casi.

Acercándonos a Nordkapp apareció la niebla, el primer enemigo y luego el segundo enemigo, la caseta que te cobra la entrada, 235 coronas cada uno.

Hay un complejo donde puedes comer, tomar café, ver una peli de las cuatro estaciones en Nordkapp (nosotros pasamos de la peli y nos fuimos a patear). Cuando llegamos no había comida (eran las 4) solo perritos calientes a 35 coronas. La verdad que Nordkapp en sí no tiene nada, es la ”cosilla” de haber llegado nada mas, el paisaje es bonito, pero no mas bonito que la costa da morte, o el Cabo da Roca, Y no te cobran por ir a verlos.

Esto de tanto cobrar nos daba una idea de lo que podía ser Noruega, caro. Pero a medida que haces kilómetros hacia abajo, los fiordos te dejan con la boca abierta varias horas, pero eso no es para comentarlo hoy...

En fin, muy contentos porque el objetivo del viaje se había conseguido, no sabemos si el Cabo Norte lo riegan las aguas del oceano Atlántico o el Ártico. Yo quiero pensar que es el ártico, así mola mas. Cuando desaparecía la niebla, aparecía un mar azul turquesa muy bonito., aunque no creo que se aprecie en la foto.

Fotos de rigor, mas pateo y nos volvemos. Paramos a dormir en un camping a 130 kms. de Nordkapp y 5000 kms. de España.

No quiero despedirme hoy sin hacerle un pequeño homenaje a nuestra compañera, pues nos ha traído sin una sola queja. Seguramente tendremos otras motos, pero está no podremos olvidarla nunca. Aquí nuestra ST7 y el Oceano Ártico (eso espero).

Para terminar, ya tengo una edad y son muchos años, desde que tengo conocimiento, pensando en motos. Este es un viaje que todo motero que le guste viajar quiere hacer. Cuando eres adolescente y compras revistas, solo piensas en poder tener moto y hacer lo mismo. Pero al final lo sueños, con trabajo, se consiguen y es realmente gratificante. Por eso tantos años esperando, cuando uno al fin llega, de la emoción solo puede hacer una cosa.
 

 
¿Qué creías, que iba a ponerme a llorar? Anda ya... Bueno. Aún me quedan tres días por contar, pero hoy no, mañana. El sueño me puede.